La financiación bancaria ofrece una serie de alternativas amplias, diversas y necesarias para el desarrollo de cualquier negocio: desde la financiación de circulante hasta la de los activos fijos -y a largo plazo- tan necesarios para una empresa, como una nave industrial o una maquinaria.
Así, cualquier negocio puede acudir a un banco en busca de financiación tanto para hacer frente a sus planes de crecimiento como para solventar otras necesidades a corto plazo.
Esta financiación la concede la entidad financiera tras analizar diferentes variables económicas, fundamentalmente la generación de ingresos y la estructura de costos.
Pero también evalúa el historial crediticio de la compañía y el patrimonio o los activos de la sociedad y o los socios, con los que se respondería en caso de insolvencia.
Este último punto supone uno de los principales hándicaps para muchas startups que ya generan ingresos de forma recurrente, pero que por su corta trayectoria en el mercado no pueden acceder a financiación bancaria, o ven limitado su acceso, para aspectos clave como por ejemplo hacer frente a sus campañas de marketing digital.
En estos casos un modelo de revenue based finance como el que ofrece RITMO permite superar este obstáculo y beneficiarse de muchas otras ventajas.
¿Qué es el riesgo crediticio?
La dificultad de acceso a cualquier tipo de financiación bancaria se debe principalmente al resultado de un análisis del riesgo crediticio.
Aunque el análisis del riesgo crediticio debería centrarse en la capacidad de la empresa para cumplir sus obligaciones de pago y para hacer frente a la devolución del crédito, también pone el énfasis en las garantías adicionales que se ofrecen en caso de incumplimiento.
Por ello, además de exigir una trayectoria amplia en la generación de beneficios, exige también un historial de pagos positivo y amplio (lo cual es tremendamente complicado cuando se acaba de empezar el negocio) y activos que lo respalden.
Por ello en muchas ocasiones los bancos solicitan medidas tan poco adecuadas para los fundadores de una startup, como tener que avalar con su patrimonio personal una financiación que es empresarial.
Adecuación de ingresos y pagos
Esto es así porque el modelo de préstamos y créditos financieros no tiene en cuenta el ritmo de generación de ingresos para establecer el ritmo de los pagos.
Sí requiere, como es normal, que se genere beneficio, pero independientemente de su cuantía también requiere el pago de unas cantidades fijas a un plazo determinado en el contrato.
Si por cualquier circunstancia los ingresos se interrumpen o descienden, aunque sea de forma coyuntural, la empresa se encontrará con un problema que puede incluso amenazar la solvencia del negocio.
Con RITMO no es así.
El modelo revenue based finance se alinea perfectamente con el ritmo de facturación del negocio, porque tanto la devolución de las cantidades entregadas como de la comisión pactada se realiza sobre la base de los ingresos de la startup.
Si los ingresos bajan lo único que pasará es que la startup pagará menos esos meses y se tardará más tiempo en devolver estos fondos -lo contrario si suben-, pero nunca se pondrá en riesgo ni la tesorería ni la solvencia del negocio.
Rapidez de respuesta
La necesidad de financiación de una startup no entiende de tiempos de espera, más en algo tan dinámico como son las campañas digitales.
Frente a los procedimientos largos, tediosos, con constantes peticiones de información de la financiación bancaria, RITMO ofrece todas las ventajas de la velocidad y la transparencia de los modelos digitales a la hora de analizar la información y aprobar la concesión de la financiación.
La plataforma de inteligencia artificial de RITMO es capaz de predecir los ingresos de la empresa y determinar la financiación que se puede conceder de forma automática, dando respuesta en 24 horas y poniendo a disposición estos fondos en tan solo cinco días.
Transparencia
Frente a la letra pequeña y las cláusulas opacas y poco claras de un contrato de préstamo bancario, el contrato de RITMO es sencillo, fácil de entender y sin ningún tipo de sorpresas.
Con ello la empresa digital conoce desde el primer momento qué va a pagar sin ningún tipo de costes ocultos, intereses o cargos de gestión, facilitando así no solo la gestión financiera de la compañía sino también el control total de sus costes.
Cuando el préstamo limita que se obtenga más financiación
Este no es el único reto de la financiación bancaria.
La concesión de cualquier financiación siempre es limitada.
Por ello, cuando un banco consulta en la Central de Información de Riesgos Bancarios o CIRBE no solo lo hace para ver si la empresa tiene algún impago, sino que también lo hace para saber cuál es el volumen de deuda que tiene acumulada en todo el sistema financiero.
Alcanzado un determinado nivel de endeudamiento bancario la concesión de nueva financiación se complica, se hace más cara o directamente se deniega.
Es decir, además de todos los inconvenientes señalados, un préstamo para tus campañas de marketing digital puede impedir que te concedan otro para otro fin en el que sí es una forma de financiación más adecuada.
RITMO rompe todos estos inconvenientes.
No solo la devolución es en función de los ingresos, sino que no computa como riesgo bancario, permitiendo que se pueda solicitar y destinar la financiación bancaria que se necesite para otros fines.
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Préstamo |
Revenue Based Finance |
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Criterios de concesión |
Generación de beneficios, patrimonio de la empresa, avales personales de los socios |
Generación de ingresos positivos durante los últimos 12 meses |
Devolución |
Cuota fija con independencia de que los ingresos disminuyan |
Pequeño porcentaje de los ingresos. Se adecúan a la facturación de la empresa. |
Transparencia |
Comisiones opacas, letra pequeña y condiciones poco clara para la empresa |
Contrato claro en el que el coste es una comisión fijada en la firma |
Tiempo de respuesta |
Lento, con continuas peticiones de información |
Plataforma de inteligencia artificial permite dar respuesta en 24 horas |
Riesgo bancario |
Cualquier préstamo computa en la CIRBE y limita las condiciones y concesión de nuevos préstamos |
No computa como riesgo bancario facilitando la petición de préstamos para otros fines |