Ritmo crea una tercera forma de financiarse.
Cuando una empresa empieza a atraer clientes y generar ingresos estables a lo largo del tiempo, tiene nuevas posibilidades de financiación a su alcance.
Los datos son claros: el 50% del capital de las rondas de financiación de seed y de serie A se dedica íntegramente a Google, Facebook y otros medios para generar el tráfico necesario que permita sostener el ritmo de crecimiento de las empresas.
Ampliar capital para financiar acciones de marketing y para pagar circulante no es en absoluto lo más eficiente, principalmente por lo que implica en términos de dilución y pérdida de control de tu empresa.
En otras palabras, es una forma muy cara de financiar tu presupuesto en marketing.
Sin embargo, esa necesidad de capital siempre va a estar ahí.
Uno de los principales problemas para las startups es la brecha que existe entre el coste de adquisición de cliente o CAC y el valor total del mismo o Lifetime Value, una diferencia que necesitan financiar.
La clave está en cómo hacerlo y en determinar cuál es el tipo de financiación más adecuada para cada negocio.
Para las empresas solventes, con ingresos estables y crecientes que quieren seguir invirtiendo en marketing, el modelo de revenue based financing (RBF) o de financiación basada en ingresos permite hacerlo sin ceder el control y sin asumir ningún tipo de dilución.