Método indirecto
El método indirecto utiliza la contabilidad de la empresa para el cálculo del flujo de caja operativo. Consiste en eliminar de la cuenta de pérdidas y ganancias (PyG) todos aquellos ingresos y gastos que no suponen cobros o pagos (es decir, que no impliquen movimiento de efectivo) y añadirles otras operaciones no contempladas en ella que sí impliquen movimientos de fondos.
En el primer caso, nos encontramos con amortizaciones o depreciaciones del activo fijo o provisiones, ya que aunque son cantidades que aunque sí contabilizan como gasto, no suponen una salida de efectivo real. Por su parte, en el segundo caso, podemos encontrar algunas inversiones en inmovilizado no incluidas en la cuenta de resultados, pero en las que sí hay salida de efectivo.
Matemáticamente:
Flujo de caja operativo (MD) = Resultado del ejercicio + Amortizaciones/Provisiones - salidas de efectivo por inversiones.
Como aclaración, todas las partidas que no impliquen salida de efectivo se suman porque, al estar ya contempladas en la cuenta de pérdidas y ganancias como un concepto que resta, es necesario sumarlas para eliminarlas de la ecuación. Esto ocurre con las amortizaciones o las compras a proveedores hechas a crédito, por ejemplo. Del mismo modo, las ventas a crédito que no impliquen entrada de efectivo se deben restar de la cuenta de resultados, ya que ya están incluidas en esta.
Por ejemplo, imagina la siguiente imagen contable de una empresa:
Cuenta de resultados | 50.000 € |
Partidas que no tienen impacto en el efectivo |
(+) Amortizaciones ** | 20.000 € |
(+) Depreciaciones ** | 10.000 € |
Variación en partidas de gastos de operación |
(+) Incremento cuentas por pagar | 2.500 € |
(-) Incremento cuentas por cobrar | 55.000 € |
(+) Disminución de inventarios | 5.500 € |
TOTAL FLUJO DE CAJA OPERATIVO MI | 33.000 € |